La primavera está a la vuelta de la esquina. El aire fresco, el buen tiempo y los días largos se empiezan a notar, y con ello nuestro cuerpo y nuestro ánimo se van preparando también para la llegada de la nueva estación. Coincidiendo con el inicio de la primavera, y quizás por todas las cosas buenas que nos trae en nuestro día a día la llegada del buen tiempo, el 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Felicidad, un día de reconocimiento al importante papel que desempeña este sentimiento en la vida de las personas.
Aunque se celebra desde 2012 (año en el que fue declarado por la ONU), este día tiene un bonito origen de casi 40 años atrás. Para conocerlo debemos remontarnos al año 1972 y situarnos en Bután, un pequeño reino del sur del Asia. Su rey decidió que basaría su filosofía de gobierno en la felicidad de sus súbditos y para ello inventó el concepto: “Felicidad Nacional Bruta” (FNB), en vez de basar la riqueza del país en el Producto Interior Bruto (PIB).
La Felicidad Nacional Bruta se basa en la premisa de que el verdadero desarrollo de la sociedad humana se encuentra en la complementación y refuerzo mutuo del desarrollo material y espiritual.
Los cuatro pilares en los que se basa su cálculo son:
La promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario.
La prevención y promoción de valores culturales.
La conservación del medio ambiente.
El establecimiento de un buen gobierno.
A pesar de este intento de cálculo de la felicidad, no hay que dejar de tener en cuenta que se trata de un sentimiento muy subjetivo y personal. No todos sentimos felicidad por las mismas cosas ni de la misma forma, aunque existen muchas situaciones que pueden hacernos felices en nuestro día a día: un café con un buen amigo, una puesta de sol, leer un libro, una buena comida, una nueva ilusión o un simple recuerdo del pasado.
Para celebrar este día, os dejamos con tres acciones que seguro os harán mejorar vuestros índices de Felicidad Nacional Bruta:
Vístete de amarillo
El amarillo es el color que se asocia a la felicidad, la alegría, la energía y la luz solar. Según la colorimetría (la ciencia del color), la utilización de prendas de este tono te ayudará a sentirte más optimista y alegre, lo que contribuirá a mejorar tu estado de ánimo y el de los que te rodean.
Aprende algo nuevo
El aprendizaje hace que nos sentimos más realizados y por lo tanto que se mejore nuestro bienestar y aumente nuestra sensación de felicidad.
Dedica un rato del día a hacer algo que te guste.
Es importante reconectar con uno mismo todos los días, por ello dedicar un rato a cuidarte y a hacer cosas que te gusten te proporcionará bienestar y tranquilidad, aumentando tu sensación de felicidad.
“La felicidad duradera no reside en la búsqueda de un objetivo concreto ni de un logro en particular. Se halla tan solo en la mente y el corazón y es ahí donde confiamos encontrarla”. Dalai Lama.
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