Después de un otoño más cálido y primaveral de lo normal, el frío y el invierno se empiezan a notar.
La llegada del frio conlleva un periodo de adaptación del cuerpo y de nuestra salud a temperaturas más bajas.
Para poder disfrutar de las actividades que van asociadas al invierno sin sufrir resfriados, gripes o congestiones, aparte de realizar el cambio de armario o cambiar los helados por cafés, infusiones y chocolates calientes, también debamos cambiar nuestros hábitos para proteger nuestro cuerpo, nuestra piel y nuestra salud.
Algunos de los consejos y tips para poder disfrutar del invierno al 100% en buen estado son:
Cuidar la piel. El frío afecta la piel haciendo que se reseque y que no tenga brillo. Es importante mantenerla hidratada con una buena rutina de cremas corporales. Además, debemos hacer hincapié en zonas como la cara y las manos, más expuestas directamente a las condiciones climáticas.
Hidratar nuestro cuerpo. No sólo hace falta beber agua en verano, sino que en invierno la hidratación se convierte en un aspecto clave. Los expertos recomiendan beber entre 1,5 y 2 litros diarios.
Cuidar la alimentación. Lo cierto es que en invierno el cuerpo necesita más energía para poder combatir el cuerpo. Esto implica ingerir más calorías, pero no excedernos con las comidas. Alimentos como los frutos secos, salmón, huevos, quinoa o aguacate son claves para poder darle al cuerpo esa energía extra que necesita.
Practicar deporte. El ejercicio es una de las mejores formas de estimular el sistema inmunológico y mantenerlo fuerte para pasar el invierno sin resfriados o gripes. En invierno, además, es más importante que nunca calentar antes de practicar deporte, ya que los músculos están fríos y debemos prepararlos para la actividad.
Pero sobre todo… una actitud positiva. El estrés continuado afecta a todo nuestro cuerpo y puede favorecer que aparezcan enfermedades en un momento de cambio ambiental. Yoga, pilates o dedicar tiempo al ocio… es importante para mantener bien nuestro estado de ánimo y ayudar a que los resfriados y gripes causados por el frío no entren en nuestro cuerpo.